Transcripción del Episodio 2: Cómo Descubrir tu Propósito de Vida a través del Ikigai

Lola: Bienvenida al Show de Fabuportal ofrecido por fabuportal.com, el portal de transformación personal para convertirte en tu versión más fabulosa.

Soy tu anfitriona Lola Lemans estoy super contenta de tenerte hoy en el Episodio número 2 de El Show de Fabuportal donde vamos a hablar de una herramienta llamada Ikigai que te ayuda a descubrir tu propósito de vida y a sentir que lo que hacés, lo que das a los demás, tiene un significado.

Y si te estás preguntado a ver… a mi edad… 30, 40, 50, no es un poco tarde ya para ponerme a hablar de mi propósito de vida? No tendría que haberlo hecho cuando terminé el secundario y tuve que elegir qué estudiar? Y no, no es demasiado tarde, porque tu vida es hoy, y el tiempo que te queda en este planeta así que sí vale la pena que te des la oportunidad de explorarte a vos misma a través de esta herramienta y a eso vamos.

<Introducción musical>

Lola: Hoy estamos con Eli Puerta, coach en organización y bienestar y fanática desde chica de todo lo que tiene que ver con Japón. 

Eli combina su pasión por el coaching de vida, su pasión por la organización de espacios externos como tu casa e internos como los que tenemos dentro, su pasión por elevar la energía a través de lo bello, como las flores por que es florista, y su historia de haber estudiado Negocios Internacionales y de haber trabajado para la Comisión Europea, todo lo combina en su negocio que se llama Wellbeing Organized o Bienestar Organizado. 

Sin más preámbulos vamos a conocerla.

Lola: Hola Eli qué tal cómo estás?

Eli: Bien, y tú como estás?

Lola:  Muy bien, muchas gracias, me encanta tu blusa

Eli: Y a mí me encanta tu flor, divina

Lola: Muchas gracias, estamos las dos (y no estaba planeado), de rosa y de flores, me encanta, muy fabuloso, muy Fabuportal, así que buenísimo.

Eli, para entrar en nuestra charla de hoy, contanos cómo empezó esa fascinación y esa conexión que tenés con Japón

Eli: Bueno, esa fascinación empezó cuando era muy pequeña, porque mi papá era muy amante de los comics de Samurais entonces en casa siempre había en todas partes, en el baño, comics sobres los Samurais y sobre el Japón, entonces así fue como empezó mi pasión.

Luego a los 17 años me fui a vivir a Estados Unidos para aprender inglés, me fui a vivir con mi tío y con su esposa, y a las varias semanas él me sugirió que consiguiera otra casa donde tuviera que hablar inglés.

Obviamente yo creo que en esa época él se refería a una casa de americanos donde pudiera hablar inglés, pero yo me fui a vivir con una amiga japonesa que había conocido en la escuela de inglés y viví con ellos durante nueve meses y fue una experiencia magnífica, porque yo llegaba de la universidad a la casa, me quitaba los zapatos y entraba a Japón.

Lola: Era como vivir en Japón!

Eli: Era como vivir en Japón, tenía que hacer un esfuerzo de hablar japonés, comíamos japonés y era toda una filosofía japonesa. El esposo de mi amiga era gran chef en un gran restaurante en Atlanta en Estados Unidos y decidió empezar a enseñarme muchas cosas de la cultura japonesa y ahí fue donde empezó toda mi fascinación por el Japón.

Lola: Bueno, me encanta, y sabés lo que me encanta de tu historia que yo conozco? Cómo esa fascinación y esa conexión que sentís por Japón te influenció en el momento en que conociste a tu marido

Eli: Sí, porque en realidad mi marido es de origen coreano, pero fue adoptado por una familia belga, entonces no conocemos en realidad sus orígenes ciertos, pero yo estoy convencidísima de que es japonés. 

Lola: Me causó mucha gracia que decís cuando lo conociste pensaste que era japonés y te enamoraste convencida de que es japonés.

Eli: Sí, pero en realidad es coreano, le encanta una comida típica coreana que se llama kimchi y huele muy mal, pero bueno. No sé si te había contado que tengo dos niñas, Sofía que tiene 13 años y Clara que tiene 6 años, y Sofía cuando era pequeña regresó un día de la escuela diciendo “Mamá, papá es coreano, tú eres colombiana, y yo soy malhecha” <hace gestos con los ojos alargados>

Lola: Qué bonita! Me encantan las historias de nuestros hijos de dos culturas. Así salen… no, no son malhechos, son así, todos somos diferentes

Eli: Imperfectamente perfectas

Lola: Absolutamente todas nosotras. Ok al final no sabemos si tu marido es o no japonés, pero sé que sí conociste a alguien de Japón, en Japón, que ha sido y es muy importante en lo que es tu propósito de vida 

Eli: Sí, ajá. Y justamente como el japón es mi pasión, también era la pasión de mi esposo, él quería ir a Japón porque mi esposo practica el Aikido, que es un arte marcial japonés, entonces hace 6 años decidimos hacer un viaje único y magnífico a Japón, y estábamos en el metro de Japón y yo abrí mi bolso porque mi esposo me pidió las gafas, <saca> las gafas; la pequeña me pidió un kleenex, <saca> un kleenex; la guía turística…

Y al lado mío había una japonesa, pequeñita, muy tímida y que empezó a hablarme en un inglés un poco difícil y a decirme “Oh qué bolso tan organizado” y yo con mucho orgullo le dije “Es que yo soy muy organizada” y ella me dice “Yo también! Yo de hecho soy coach en organización y he escrito libros”. 

Y eso para mí fue  “Qué? Cómo? Coach en organización?! Eso es lo que yo quiero ser!” y bueno, luego me dijo que sus libros los iban a traducir en inglés y bueno, muy tímida <saluda en japonés> y se fue, y yo me quedé “Por favor, quién es?”.

Traté de encontrar quién era esta persona que era coach en Japón y luego con el tiempo descubrí que era la famosísima Marie Kondo, que creó el método de organización KonMari del que soy ahora consultora, fan, seguidora. Luego de unos meses la contacté e hice parte de su programa de formación de consultoras y hoy me dedico a contarle a la gente cómo hay que hablarle a la ropa, cómo hay que doblar en la forma sushi…

Lola: Eli, mirá, se me puso la piel de gallina, y me emocioné cuando dijiste que fue en un metro. Porque yo sabía que la habías conocido en Japón pero no sabía exactamente las circunstancias y me parece tan absolutamente mágico… es que no hay casualidades. Super mágica esa historia.

Bueno y esto me lleva a este propósito de vida del que vamos a hablar hoy. Para entrar en tema, yo estaba pensando que en mi caso personal y creo que no soy la única, que muchas mujeres de nuestra edad 30, 40, 50, nosotras elegimos nuestra ocupación influenciadas por lo que se esperaba de nosotras, o en base a lo que veíamos lo que hacía nuestra mamá, lo que hacían nuestras tías, o a lo mejor porque queríamos demostrar algo. O a lo mejor esa soy yo nada más, yo fui a estudiar Ingeniería porque quería demostrarle a mi novio de ese entonces, que teníamos 17 años, que él iba a la Universidad Tecnológica y yo también iba, porque yo también podía. La cuestión es que a esa edad yo no sabía lo que era el propósito de vida, no sabía que tenía un nombre que ahora nos vas a contar qué esto del Ikigai, qué quiere decir, y lo que me estoy preguntando es: pasó el tiempo, hicimos lo que hicimos, llegamos a donde llegamos, vale la pena a esta edad ponernos a averiguar sobre nuestro propósito de vida, no es demasiado tarde ya?

Eli: Para nada, completamente. Es que el propósito de vida es algo que se reinventa, que tenemos que ir actualizando con las épocas, con los períodos, con las etapas de nuestra vida. A mí me da felicidad cuando las personas que yo acompaño me dicen “Eli es que he perdido 15 años de mi vida siendo mamá en casa” y yo me río y digo “No, es que no te das cuenta del valor que tiene esa etapa de tu vida, ese rol que jugaste”. Decir que hemos perdido nuestro tiempo y no hemos en realidad hecho nuestra misión de vida para mí, en mi forma de verlo personal, es completamente erróneo, porque mucha veces sí, pasamos épocas 10, 15 años, haciendo un trabajo que en realidad no nos apasiona, que no es parte de nuestra misión de vida, pero muchas veces tenemos que pasar por ese trabajo, aprender cosas que van a ser muy útiles cuando nos proponemos llevar a cabo nuestra misión de vida. 

Y ahí empiezo con esto: hoy en día se ha vuelto muy famosa la palabra Ikigai. Ikigai quiere decir misión de vida, razón de ser. Se ha vuelto muy famosa porque obviamente con toda esta necesidad de quitarnos todo el exceso de cosas, con esta necesidad de organizar, de poner las cosas en su sitio, pues hemos empezado a buscarle el sentido a la vida, entonces obviamente nos volteamos a las culturas que son más Zen, que son más alineadas, entonces este término Ikigai se ha vuelto famosísimo gracias a los japoneses que tienen un estilo de vida más Zen pero en realidad este término existe en todos los países, en todas las culturas, en todas las religiones. Yo recuerdo desde que era pequeña mi papá me decía “Usted qué vino a hacer a este mundo?” En Colombia decimos “Usted pa’ qué vino?” Ese “pa’ qué vino?” es un Ikigai! No sé cómo dirán en Argentina pero, cuál es su misión? usted qué quiere en esta vida? 

Lola: No recuerdo que me lo preguntaran a mí de chica, ojalá me lo hubieran preguntado, a lo mejor no lo recuerdo. Me gusta mucho que te hagan pensar en eso.

Eli: Yo creo que no lo recuerdas pero en realidad tenemos esta necesidad de saber qué es lo que vamos a hacer.  Seguramente te decían “tú que vas a hacer con tu vida?” 

Lola: “Qué querés ser cuando seas grande?”, eso sí me preguntaban

Eli: “Qué quieres ser cuando seas grande”, esa es una forma de decirte “cuál es tu propósito de vida?”, y muchas veces lo que pasa es que nos ponen etiquetas: “tú cuando seas grande vas a ser una mamá”. Genial. “Tú cuando seas grande vas a ser esto”. O nos ponen otras etiquetas negativas, por ejemplo a mí me encantan las flores, como lo puedes ver <señala su blusa floreada> y vengo de una ciudad en Colombia que se llama Medellín que la conocen por cosas negativas pero que es la ciudad de la eterna primavera, donde hay flores por todas partes.

Yo desde pequeña quería ser florista, pero a mí me pusieron la etiqueta “tú no tienes la mano verde”, entonces yo nunca ni siquiera intenté ser florista. Yo recuerdo que vivía enfrente de la casa, no iba a jugar donde una amiga y la vecina era florista, y yo la veía con las flores y yo sentía esa emoción tan impresionante y yo lo que veía era que las personas cuando salían de la floristería salían con chispitas en los ojos, entonces yo decía… “esa debe ser mi misión de vida” pero obviamente como me habían dicho que no tenía la mano verde, nunca lo intenté. 

Cuando empecé a hacer el método de organización de Marie Kondo el principio de base de este método es guardar solamente las cosas que te producen felicidad y ella te propone poner toda la ropa en una montaña y escoger sólo lo que te produce felicidad. Obviamente mi montaña de ropa era el monte Fuji y yo no sabía por dónde empezar. Entonces hay una técnica que es coger las tres prendas preferidas, y yo cogí mis tres prendas preferidas entre ellas ésta <señala su blusa> y vi que todas tenían flores. Y me acordé de esto “tú no tienes la mano verde” y dije pues voy a demostrarle al mundo entero que yo tengo la mano verde.

Y decidí ese mismo día buscar un curso de arte floral. Había un curso de arte floral a cinco minutos de mi casa que comenzaba el lunes siguiente, me inscribí a ese curso, llegué el lunes, la profe dijo “pueden quedarse ya, tengo flores”. Empezamos a hacer un arreglo floral y ella me preguntó “tú eras florista en Colombia?”. Y yo “No, yo no tengo la mano verde”. Y me dijo “No pero es que está genial, tú te puedes convertir en florista”. Y en cuestión de semanas me convertí en florista.

Hice las flores para el matrimonio de una de mis mejores amigas donde había 200 personas y el arte floral se ha convertido en un hobbie.

Lola: Eli, y ya eras mamá? 

Eli: Y ya era mamá. Ya tenía dos niñas. Mi hija pequeña acababa de nacer.

Lola: Y ya habías estudiado Administración de Empresas y ya habías trabajado con la Comisión Europea. O sea, nunca es tarde.

Eli: Nunca es tarde. Obviamente yo sabía que esto del arte floral era un útil que el universo me estaba mostrando para decirme “tú te puedes convertir en lo que quieras”. Y obviamente con el tiempo entendí que lo que me apasionaba del arte floral es la belleza, es esa chispa de felicidad que produce en las personas, entonces ese hecho de convertirme en florista y saber que podía convertirme en lo que quisiera, me dio a entender que entonces podía llevar a cabo mi misión de vida. Que mi misión de vida es ser una chispa de felicidad, una persona que viene a decirte “Mira, tu visión de vida está por aquí, ala, dale, sigue”. “Ah, es que no tengo tiempo, es que estoy muy vieja”. No, mira, tenemos todo el tiempo para comenzar. Como tú dices yo trabajé durante 15 años como experta administrativa y financiera, y hoy en día podría decir “perdí mi tiempo”. Es que mi misión de vida es ser coach, acompañar a las personas a encontrar la felicidad, a poner las cosas en su lugar, para que las cosas importantes como el propósito de vida tengan su lugar, entonces haber sido experta administrativa fue una pérdida de tiempo. Pero no, en realidad no, yo aprendí detalles, cositas, a ser organizada, a ver las cosas de una forma diferente, a trabajar en estrés total, y eso hoy en día es una de las cosas que más me sirven,

Otra de las cosas: mi primer trabajo en la vida fue cuando me fui a vivir a Estados Unidos. Me conseguí un trabajo de fin de semana para poder tener más dinero, y mi primer trabajo era doblando medias. A los 17 años una señora americana con cinco niños me pagaba todos los años para que yo me sentara enfrente de la tele con un gran canasto lleno de medias a buscar las medias y a doblarlas.

En esa época seguramente estaba pensando “Qué tontería” y jamás me imaginé que hoy en día mi trabajo de mi misión de vida es enseñarle a la gente a hablarle a las medias y a doblarlas…

Lola: Y a doblarlas eh? Porque cualquiera que nos esté mirando muy probablemente ha visto videos del método Konmari y cómo se doblan las medias. Me encanta Eli cómo cuando nos proponemos empezar este camino de autodescubrimiento y entender más sobre nosotras, sobre lo que sabemos hacer, lo que nos gusta hacer, podemos mirar a nuestra vida y sabés qué creo que está bueno hacerlo a esta edad, porque ya tenemos tenemos toda esta colección de experiencias como vos decís. Me da mucha ganas de volver a todos los trabajos que tuve y encontrarle el significado, encontrarle lo que aprendí, lo que descubrí que tenía talento para hacer, que alguien me haya dicho… por ejemplo cuando terminé el secundario trabajé en una juguetería, en Argentina terminamos las clases en el verano en Diciembre, y trabajé para las navidades y ahí me dijeron “eres buena vendedora”. Nunca se me habría ocurrido, ni antes ni después, nunca me dediqué a las ventas, y ahora me estoy acordando.

Me estoy acordando de cosas como cuando en la escuela tenía que escribir ensayos y redacciones para leer en los actos. Me estoy acordando de cuando di clases de informática, cómo me gustaba estar frente a una audiencia de estudiantes. 

Bueno, me encanta este camino de autoconocimiento, cómo lo podemos empezar? Porque vos escribiste una guía que la vamos a tener en el enlace, la guía paso a paso “Cinco Pasos para encontrar tu Ikigai” para que todas lo podamos empezar. 

Es algo que descubrís automáticamente? O cuánto lleva este proceso hasta que llegás a decir “bueno, este puede llegar a ser mi Ikigai”

Eli: Bueno mira, todo empezó estando muy joven, muy pequeña, porque mi papá acostumbraba a decirme “Chispita”. Si ves estos fuegos artificiales, entonces a mí me decían chispita cuando era pequeña. Me vas a decir “Eli, eso qué tiene que ver con tu Ikigai?” Bueno, eso fue lo que me ayudó a recordar cuál era mi Ikigai. Porque mucha gente dice “es que yo no tengo Ikigai” y no, no es que no lo tengas, es que no lo recuerdas. Lo has querido olvidar porque de pronto es tan potente que te da temor, o de pronto es tan sencillo que piensas “eso no debe ser mi Ikigai” porque la otra cuestión es que hoy en día la gente cree que un propósito de vida tiene que ser algo guau, como ser astronauta. 

Un astronauta nadie duda si es en realidad su propósito de vida porque es algo tan… hoy en día la gente quiere hacer cosas inmensas, pero por eso es que nos hemos fijado tanto en el Japón cuando se habla del Ikigai, porque el Ikigai en el Japón es muy famoso en una isla que se llama Okinawa y fueron varios científicos a ir a ver por qué la gente en Okinawa vivía tanto. Estoy hablando de personas que viven 90, 110 años y que montan bicicleta, que manejan motos, que hacen deportes. Entonces se fueron a ver qué era lo que les daba esa energía, y fuera de ciertas cosas de la comida estaba también el hecho de que viven su razón de ser. Y en Okinawa no hay astronautas, no hay científicos que han creado la vacuna. No, hay mamás, costureras, panaderas, gente que hace que reír, cómicas, profesoras de  yoga. Porque es que el Ikigai es algo sencillo pero es algo que le cambia la vida a alguien, es algo que ayuda a alguien. Esto es una ruedita, como el mundo: mi Ikigai hace parte del Ikigai de otra persona. Y por eso que tenemos la responsabilidad de llevar a cabo nuestra misión de vida, porque llevando a cabo nuestra misión de vida les estamos ayudando a otros. Entonces por ejemplo yo tengo mamás que dicen “estoy desordenada, es que mi vida no tiene sentido, porque yo lo único que soy es una mamá que trabaja en la casa”. Y cuántos hijos tienes? “Tres hijos”. Dios mío! tienes tres vidas a las que les estás aportando cosas maravillosas. O sea, no te imaginas el poder que tienes. “No Eli, yo simplemente los regaño, les doy de comer, los llevo a las actividades, soy la taxista”. Pero tú no te imaginas, de pronto uno de tus hijos va a tener un Ikigai muchísimo mayor que el tuyo, pero igual si no es el caso tus hijos van a tener hijos entonces estamos impactando más vidas, entonces hay que pensar en eso. Que no tiene que ser algo grandísimo.

Lola: Bueno, y si seguimos tu guía de los 5 pasos, es algo que yo me siento… Yo lo hice el ejercicio. Me siento, respondo, y ya eso es mi Ikigai? Primero contanos cuáles son los 5 pasos pero está garantizado que nos vamos a sentar un rato y vamos a completar los pasos y vamos a saber nuestro Ikigai, o cómo funciona la cosa?

Eli: Como te digo es algo muy dinámico. y es algo que muchas veces las personas… A mí me pasó que yo lo recordé en Japón. Yo me senté a hacer una meditación en Japón, enfrente de un torii, es una puerta de un templo sagrada, y cuando abrí los ojos empecé a tener chispitas por todas partes, chispitas por todas partes y yo decía “pues claro, porque yo soy una chispa”.

Bueno luego le expliqué a mi esposo que es médico y el me dijo “eso es culpa del jetlag”, “eso es porque estás cansada”, “eso es porque tienes la presión bajita”, “ok vamos a comer algo”. Ok, vamos a comer.

Pero durante horas y horas yo veía chispitas por todas partes y sentía esa felicidad entonces cuando cuento esta historia no me gusta contarla mucho porque la gente dice “ah, no entonces es que yo nunca voy a encontrar mi Ikigai, porque yo no medito, porque yo no voy a ir a Japón”. No, es que yo lo recordé en ese momento, tú lo puedes recordar haciendo cosas básicas, y la primera, que es uno de los pasos, es haciéndote las buenas preguntas.

Yo soy una experta en hacerme preguntas pendejas. O era, ahora no tanto. Cuando era pequeña la gente me decía “Eli-Por-Qué”. Porque yo llevé esto de los niños “y por qué?” como hasta la edad de los 18 años. Hasta que un día uno de mis coaches me había dicho “tienes que hacerte preguntas de calidad, preguntas que te eleven”. 

Yo nunca había entendido eso de “pregunta que te eleven”, eso suena muy hippie, pero en realidad preguntas que te eleven son preguntas que tú te haces hoy y que necesitas tiempo para encontrar la respuesta. La pregunta “qué vamos a comer hoy” es una pregunta que a veces te demoras una horita pero encuentras una respuesta. Pero hay preguntas como “qué es lo que yo amo realmente en mi vida” uno empieza “sí yo amo el chocolate…”, uno empieza con las cosas triviales, con las cosas de base, pero cuando hay que ir más profundo toma su tiempo. 

Entonces para mí el primer paso y lo que más me ha funcionado y lo que más le funcionó a las personas con las que yo comparto este método es eso, hacerse preguntas de calidad. Qué es lo que amo, y por qué lo amo. Una y otra vez, ir lo más profundo posible. Esto es algo que no lo vas a hacer en una tarde, que no lo vas a hacer en un día.

Y como decías tú, no es necesario tener el papel y el lápiz en la mano haciéndote las preguntas. Es simplemente caminando, las respuestas llegan de varias formas. A mí me llegó estando en Japón, haciendo una meditación, pero hay personas que les llega simplemente caminando, simplemente conversando con alguien y tienen ese famoso momento que yo llamo “a ha… era eso!”.

Entonces decirme: voy a empezar a hacerme las buenas preguntas: qué es lo que amo realmente en la vida, para qué soy buena en la vida, qué es lo que realmente me apasiona.

Y obviamente tú puedes obtener respuestas muy bonitas, respuestas para poner en Facebook o Instagram, pero aquí esto es un trabajo personal y si te pones a poner respuestas superficiales tú vas a saber que no estás yendo en profundidad, entonces tienes que ser honesta contigo misma e ir en profundidad para encontrar la respuesta.

Y luego si me permites que me voy a fijar <mira la guía>…

Entonces el primer paso es hacerte las preguntas adecuadas.

Lola: Y deja que te interrumpa, quería decirles que en fabuportal.com/2 van a estar las notas de nuestro episodio y va a estar el enlace a la guía de 5 pasos de Eli, así que no es necesario que se pongan a tomar nota ahora de las preguntas. Todo está explicado ahí, es gratuito, se lo pueden descargar. Y bueno, sabés que yo me doy cuenta que sí, yo me senté un rato… en realidad no me senté, les cuento, yo me di un baño <risas> 

Me di un baño con velas, era de eucalyptus, y me puse a responder las preguntas, pero claro, lo que decís me hace pensar: no fui super profundo, creo que ese es el punto de partida para que yo las trabaje más, me ponga a releer lo que escribí, cuando me vaya a caminar al parque, cuando me vaya a caminar a buscar a mi hijo a la escuela, tener presentes esas respuestas para ver si algo va saliendo. Y ahondar un poco más: por qué yo digo que amo esto, por qué yo digo que soy buena haciendo esto.

Así que ok, es un comienzo, pero hay que elaborarlo y dedicarle tiempo y darnos el espacio para dejar que otras respuestas surjan

Eli: Y si me permites voy a compartir algo que viví ayer. Yo tuve la felicidad de compartir una experiencia de vida con alguien cuya misión de vida es magnífica. Es una persona que cuenta historias para los niños en Youtube, y sus historias son geniales, es que de sólo ver su cara ya sonríes. Y bueno, es en francés, le decimos Dada Lou. Y la forma como cuenta las historias para niǹos es mágica, ver los niños sonreír es increíble. 

Y ayer estábamos hablando que está en un período de fatiga, de tristeza, de cansancio, yo le decía “claro, es que es lógico, eso nos pasa a todos”. Yo le decía “deja de contar historias porque tú eres pésimo contando historias”. “Cómo así? Mi canal en Youtube está funcionando bien, cómo me dices tú que yo soy pésimo para contar historias?”. “Sí, tú eres pésimo para contarte historias a ti mismo”. Porque es que somos geniales para contarnos historias a nosotras mismas “ah, sí, ya encontré mi Ikigai, es perfecto”.

No, y va a ser uno de los pasos para saber si es el verdadero Ikigai, es que hay que ponerlo en prueba. Y a veces decimos “sí, ya lo encontré” para que nuestra mente nos deje tranquilas. O para ponernos a la moda “yo ya tengo mi Ikigai” <gesto de orgullo> “Yo soy tremenda, ya encontré mi Ikigai”

No, en realidad cuando tú has encontrado tu Ikigai vas a ver que tienes una energía increíble, que así tengas que planchar, cocinar, llevar a los niños al baile, vas a tener tu energía única, porque te sale de dentro del corazón. 

Entonces hay que tener cuidado con eso, entonces a veces que decimos “sí, ya lo encontré, porque me tomé un bañito  y me quedé…” Ok, pongámoslo a prueba a ver si lo encontraste! Ese creo que es el tercer paso.

El segundo paso es dibujarlo. Es hacerlo, Hay personas que dicen “no, pero yo soy pésima dibujando” y yo, sí. De hecho hazlo como quieras, pero es poner las cosas en papel. Muchas veces decimos “yo no necesito escribirlo, yo tengo una memoria pefecta”.

No: escribe, porque viéndolo o dibujándolo funciona. Hoy en día está muy de moda el diagrama de Venn con los circulitos de Ikigai, que son varios círculos.

Para la persona que no está viendo el video sino que lo está escuchando hablo de círculos que se entrelazan entre ellos y hay personas que dicen “ah yo lo hago en otro tiempo, porque voy a buscar en internet los círculos, porque tienen que estar bien redonditos”

Entonces a la persona racional dice que los círculos tienen que ser iguales, el mismo tamaño… Eso no tiene importancia.

Yo de hecho adoro cuando hago este ejercicio sentarme con un lapicero y yo misma hacer los círculos. Decirle a la persona haz un círculos donde escribes todo lo que amas, haz un círculo… y a veces cuando terminamos de hacer los círculos hay hasta logos, cosas que la persona dice “claro! eso es”

A mí me ha pasado ya dos veces que como no tenía el papel con los circulitos hechos le pedí a la persona que lo hiciera y así haciéndolo entendió en realidad cuál era su misión de vida

Lola: Perdón, tenemos los círculos en uno de los pasos que está en la guía descargable, la van a encontrar en fabuportal.com/2, en las notas del episodio está el descargable. De todos modos cuando googleen Ikigai van a ver los famosos círculos, es lo que la mayoría entiende y yo entendía como Ikigai, son los círculos con la intersección como aprendimos en la escuela. Y vale también agarrar revistas, recortar y sacar fotos? Yo no soy buena dibujando. Todo eso que decís: no soy buena dibujando, los círculos no me van a salir bien, todas las pensé yo!

Confieso, momento de confesión: no hice el dibujo! Lo mío es escribir. Entonces me comprometo que que voy a hacer el dibujo, lo voy a poner en Instagram @lolalemans, y voy a poner el hashtag #ElShowDeFabuportal

Todas ustedes que quieran están invitadísimas a hacer lo mismo asi compartimos y empezamos a dialogar con Eli, Eli también revisa #ElShowDeFabuportal y el hash #Ikigai y bueno, me parece un ejercicio super bonito de autodescubrimiento, de expresión

Y bueno esos serían los primeros pasos, cuáles son los otros pasos.


Eli: Hago un pequeño paréntesis porque el segundo paso entonces es trazarlo o dibujarlo. Pero al igual que tú yo soy pésima dibujando pero a mí lo que me encantan son las listas, entonces empecé con los círculos y vi que eran horribles, entonces las cosas que tenía que poner en los círculos (lo que me hace feliz…) lo empecé a poner en listas. Luego con el tiempo me di cuenta de en Japón hacer listas es todo un arte, entonces me volví una experta en hacer listas. En mi agenda tengo listas, todos tenemos listas: listas de las cosas que comprar, listas de los invitados para el cumpleaños…

Entonces yo empecé a hacer listas de las cosas que hago, de las cosas que soy buena, y haciendo esas listas fue donde encontré con más facilidad las palabras clave para encontrar mi Ikigai.

Así que entonces por favor no empiecen con disculpas “es que no soy buena dibujando, es que no soy buena escribiendo…” De pronto eres buena para las listas, o para otra cosa, pero vamos, a la acción!

Lola: Lo de las listas tiene sentido porque es cierto, cuando yo escribí las respuestas para buscar intersecciones fui a buscar las palabras y los conceptos que estaban por ejemplo en lo que me gusta hacer y soy buena haciendo. O en lo que me gusta hacer y alguien dijo que podría pagar por eso.

Por ejemplo a mí me gusta organizar viajes y el año pasado organicé un viaje para 18 amigas que fuimos a Israel, y les gustó tanto tanto que todo saliera tan bien, que todo fuera tan económico, tan barato, tan concentrado, y dijeron que ellas pagarían por tener tours armados así. Entonces haciendo listas, vi: esto está en los dos!

Eli: Y esa es la clave. Yo por ejemplo como era y sigo siendo todavía “y por qué y por qué…” en la lista cosas que hago me pregunto “y por qué las hago?”. Entonces hacía listas “y qué dice la gente que yo amo?” Entonces haciendo toda esa cantidad de listas había las mismas palabras que salían: Organización, Acompañar, Felicidad…

Entonces hubo un momento determinado en que ya no podía cerrar los ojos y decir “no, no veo mi Ikigai” porque era demasiado evidente. 

Y ahí eso me lleva al tercer paso: Cuando empecé a ver las palabras no podía evitar un sentimiento. El tercer paso es verificar que se sienta bien. Entonces cómo verifica uno que se sienta bien? Tú le dices a tu mejor amiga “Mira, decidí cambiar de profesión, me voy a convertir en coach en organización” Y tu amiga te va a responder “Qué? te vas a volver sirvienta?” Disculpa la palabra, como decimos en Colombia “Te vas a volver sirvienta? Te vas a ir arreglarle, a limpiarle la casa a la gente?” Entonces yo sentía esa emoción de decir “no, en realidad es un acompañamiento, en realidad voy a ir a desordenarle la casa a las personas para enseñarles cómo arreglarla”. Y a medida que lo iba a hablando iba sintiendo esa seguridad “Sí, eso es lo que voy a hacer”.

Luego mi esposo “Mira, voy a dejar mi trabajo porque me voy a convertir en coach en organización”. Y de repente empecé a ver que cuando lo decía sonreía, y mis ojos brillaban, y yo sentía escalofríos, sentía que se me ponían los pelitos de punta. 

Y bueno igual que tú soy una habladora empedernida y cuando empezaba a hablar del tema no había quién me parara. Entonces ahí empecé a decir: “Esto es. Esto es”

Igual me pasó cuando con las flores, yo empecé a hablar de las flores, y a mostrar, y fotos en Instagram de flores y el arte floral, y empecé entonces con el arte floral japonés, con el Ikebana. Pero cuando hablaba de flores veía que no se me ponían los pelitos de punta. Yo sabía que me encantaba entregarle un arreglo floral a alguien porque le veía la felicidad en los ojos, pero yo sabía que era una disculpa. Volverse florista era mucho más fácil. Mi esposo me decía entonces “Vuélvete florista”. O sea, florista es mejor que coach en organización, de hecho todavía no es una profesión reconocida.

Lola: Claro, perdón que te interrumpa. Muchas veces dicen “florista es mejor” porque florista es familiar, es conocido, sé lo que es, él se lo puede explicar a tu mamá que sería tu suegra, pero bueno, así es como elegimos lo que elegimos en cuanto a ocupaciones, porque en ese entonces no estaba internet y no sabíamos que tantas cosas eran posibles. Por eso a mí me encanta enterarme de historias de otras mujeres que han hecho algo, que tienen una ocupación que yo no sabía que existía, y te enteras y dices “Es esto”. Como cuando conociste a Marie. Así que bueno, si alguien te mira raro porque nunca escuchó hablar de eso, no quiere decir nada: lo importante es cómo nos sintamos nosotras.

Eli: Y no solamente… Tampoco quiero decir que el Ikigai tiene que ser una profesión nueva, porque de hecho una de mis mejores amigas es florista. Cuando empecé a hacer el curso de arte floral iba donde mi florista para comprarle flores y le compraba lo que estaba haciendo, y empecé a hablar con ella. Ella se llama Sophie. Empecé a hablar con Sophie, quería saber si en realidad era su razón de ser, su Ikigai, y lo es completamente. Y de hecho a medida que nos fuimos convirtiendo en amigas un día me comentó que ella en realidad era arquitecta. Hizo toda una carrera de arquitectura, empezó a trabajar como arquitecta hace 40 años porque era de familia de arquitectos y de la noche a la mañana ella dijo “no, esto no es, lo mío son flores”. Y ahora va a cumplir 60 años o menos y sigue trabajando como florista. Y es un trabajo que no es fácil, porque se tiene que levantar todos los días a las 3 de la mañana para ir a comprar las flores, porque su tienda de flores hace frío todo el tiempo, es un trabajo duro pero cuando tú la ves a ella haciendo las flores sabes que es su razón de ser, sabes que ella nació para eso.

Y eso me lleva al cuarto punto: y es que tu Ikigai, tu razón de ser, la tienes que ensayar un domingo en la mañana. Yo digo un domingo en la mañana porque en Colombia, aquí en Bélgica, yo creo que casi en todas partes del mundo un domingo en la mañana tú estás ahí como eeeehhhh <gesto de holgazanería>, todo está cerrado en en el caso de Bélgica, y lo que tú quieres, pero con toda fuerza, hacer un domingo en la mañana o cuando tienes un tiempito libre, eso quiere decir que eso que quieres hacer te está mostrando tu verdadero propósito de vida.

Y yo podía estar muy cansada, muy agotada y un domingo en la mañana yo quería o arreglar mi casa, o ayudarle a mis hijas a arreglar un cajón, o a mi esposo o a mi cuñada el garage, o decirle a alguien “desayunamos juntas?” Un domingo en la mañana? Sí. Y claro, es esa pasión, entonces es poner a prueba.

Yo cuando le digo a Sophie la florista “mira, tú vas a tomar vacaciones?” “Ah, no, no, yo voy a arreglar… yo voy a hacer flores”. Y de hecho, por la historia como decimos acá, su tienda de flores yo creo que es la tienda de flores más desorganizada de Bélgica! Tu entras y hay cosas por todas partes, y nosotras nos reímos muchísimos porque ella dice “mi mejor amiga es una coach en organización y mi tienda es desorganizada”. Y a mí me encanta ir a ese sitio, porque así haya desorden por todas partes se siente la energía que ella está viviendo su razón de ser, su misión en la vida.

Y eso nos inspira, entonces nos inspira. Entonces vuelvo con el tema: no te quedes sentadita viendo Netflix todo el día, busca tu misión de vida porque eso le va a ayudar a otras personas

Lola: sí, tal cual, y a veces pensamos “a mí me gustaría…” no a mí personalmente, pero conozco a alguien que le gustaría abrir un restaurante, le gustaría cocinar, y piensa que es muy difícil, bueno! un domingo a la mañana practicalo, invita algunas amigas y les haces una comida y ves cómo se siente. Por ejemplo yo personalmente “es mucho esfuerzo, es muy esclavo, los restaurantes no se pueden tomar vacaciones”. Yo sé que no es lo mío. Pero yo me despierto feliz un domingo para llevar un grupo de amigas a un spa a hacer yoga, a tener meditación, a tener una coach que nos haga hacer este tipo de ejercicios. Me hace super feliz, me despierto te digo hasta las 4 de la mañana sin problema

Eli: Me encanta que tomes el ejemplo del restaurante porque esa era la razón de ser de mi papá. Cuando yo nací en Colombia hace más de 40 años a mi papá le encantaba compartir con las personas, pero no era bueno cocinando. Entonces él decía “yo tengo que crear un restaurante porque en un restaurante es donde comparto con las personas”. Entonces él se fue a buscar la forma de llevar a cabo su misión de vida y la encontró creando restaurantes donde él conseguía personas que cocinaran y él creaba conceptos de restaurantes. Hace 40 años eso no existía y en Colombia era algo moderno porque mi papá creó un restaurante familiar, con un espacio único para los niños. Luego creó un restaurante para camioneros, y cuando te digo “lo creó” era que las sillas los camioneros podían llegar sucios y sentarse y eran sitios mágicos. Yo recuerdo que mis mejores experiencias de vida eran con estas personas porque tú llegabas ahí y te sentías bien. Entonces mi papá pudo haber dicho “es que yo no soy buen cocinero”, pero encontró la manera y los restaurantes estaban siempre abiertos los domingos y los festivos porque no veía otra cosa que compartir con las personas en los restaurantes 

Lola: Eli, me encantó nuestra charla. Hicimos los 5 pasos ya o nos falta el quinto?

Eli: Nos falta el quinto, el último, que para mí se ha vuelto muy importante y lo he ido anexando en los últimos años. El último es crear un sistema de apoyo, porque como te digo cuando yo viví la experiencia de que quería convertirme en coach en organización, como es una profesión que no existía hace 5 años entonces fue muy difícil no tener a alguien que te apoyara. 

Entonces crear un sistema de apoyo es: tu mejor amiga, alguien que te dice “yo te sigo, yo creo que tú perdiste un tornillo, que estás loca, pero como te quiero, te apoyo, te sigo”. Entonces tener a alguien que te ayude a ver las cosas de una forma diferente, entonces hoy en día muchas personas están en esta búsqueda de encontrar su verdadero propósito en la vida entonces es buscar a alguien. 

Entonces por ejemplo si tu amiga quiere crear un restaurante entonces que se una con personas que han creado restaurantes. Yo por ejemplo me formé con Marie Kondo y tengo un grupo de apoyo de consultoras Konmarie donde compartimos cosas, tengo un grupo de apoyo de coaches y tengo grupos de apoyo para mis coaches, entonces es crear como grupos y unirte con las personas que te puedan inspirar, que te puedan ayudar, no con alguien que te pueda decir “pero no, es que tú debieras quedarte haciendo lo mismo que estás haciendo”. No, es alguien que te ayude, que te impulse, que te haga salir de tu cuadrito <gesto cuadrado> de seguridad, de tu zona de confort como decimos hoy en dia. Que te motive a seguir adelante. Entonces este es el quinto paso: buscar un sistema de apoyo. No te estoy diciendo que tengas que pagarle mucho dinero a un coach o algo. Pregúntale a alguien en la familia, tu mejor amiga, tus hijos… Por ejemplo hoy en día una de mis mejores promotoras son mis hijas, porque ellas han visto el proceso por el que es estado.

Yo ayer justamente hablaba con mi hija mayor de cómo quería ir mejorando y hablando mejor y me daba ideas geniales, yo decía “Dios, su consejo vale más que el consejo de un super coach”.

Así que es eso, crearte grupos de apoyo.

Lola: Bueno y de paso ya que lo mencionás, si a alguien que está escuchando esto le interesa encontrar una coach, para eso  yo creé fabuportal.com y creé el directorio y el catálogo de cursos, talleres, retiros, sesiones… porque yo no sé si puedo decir que es mi Ikigai, pero yo me siento llamada a poner lo que es desarrollo personal al alcance de las mujeres como yo, de mi edad, y quiero con fabuportal que les sea accesible, que les sea fácil. No todas las coaches te van a gustar, no con todas vas a hacer click, pero por lo menos que en Fabuportal puedas conocer, puedas conectar, aprovechar como a Eli que tiene la guía de 5 pasos que es gratuita, es una forma más de conocer a Eli, de conocer lo que enseña, y bueno, abrirse y animarse que ninguna de nosotras estamos solas. De paso digo: si estás sufriendo depresión, ansiedad, o algo así, el coaching y las terapias alternativas no reemplazan a la psicoterapia profesional. Porque eso también hay que aclararlo… una cosa es una cosa… Yo creo que el coaching y las terapias es para cuando estamos bien pero queremos estar mejor, cuando queremos crecer, un impulso, una ayuda, un soporte. 

Bueno Eli, un millón de gracias, me encantó, es nuestro segundo episodio!

Eli: gracias a ti por esta magnífica oportunidad de compartir mi Ikigai, de llamar la atención a las personas que no lo han descubierto todavía y decirles “cuidado, necesitamos tu Ikigai, el mundo necesita de tu razón de ser, el mundo necesita que lleves a cabo tu propósito en esta vida”. Así que párate y animate.

Lola: Bueno exactamente y párate y empieza. Porque yo estoy segurísima de que muchas que nos están escuchando dicen “ay super interesante, yo lo voy a hacer, yo después voy a ir a fabuportal.com/2, voy a encontrar el enlace a la guía de Eli, más tarde lo voy a hacer”. 

Y no: es descargarlo, hacerlo, no tiene que ser perfecto, no tenés que encontrar el diario de tapa dura hermoso: agarrá un papel. No tenés ni siquiera que imprimirlo: yo no lo imprimí, copié, lo leí y escribí lo que tenía que escribir. Hay que empezar, hay que entrar en acción, y hay que darle el tiempo. Hay que darnos el tiempo y el espacio para conectar con nosotras, reflexionar, descubrir más sobre nosotras. Así que bueno, por favor entrar en acción. 

Y compartir! Compartir es abundancia, cuando más das, más recibís. Si te gustó este episodio, compartilo con tus amigas. Tus amigas pueden ser, algunas, las que realmente se ponen contentas cuando estás contenta, pueden ser parte de tu sistema de soporte. Así que a compartirlo y a compartir en las redes sociales. Si te animás y hacés el dibujo acordate: el hash #ElShowDeFabuportal hash #Ikigai, y Eli y yo vamos a estar mirando y vamos a estar comentando. Y busca los nuestros! Eli también por favor en Instagram queremos ver tu dibujo. 

Eli: Genial, lo pondré, iré a buscarlo para que vean mis cualidades de mala dibujante

Lola: No, por favor! Qué nos queda decir? Que como repetimos durante toda esta charla: Nunca es tarde, nunca es tarde para convertirte en tu versión más fabulosa y siempre todas invitadísimas a fabuportal.com a buscar su próxima experiencia de transformación. Un abrazo muy fuerte Eli, un abrazo a todas

Eli: gracias

Lola: Y ahí nos quedamos, hasta el próximo episodio.